Como
otra más de millares de pruebas en divinidad al pueblo mandatario de los
políticos que es también sin dudas el de Dios. Podría decir con inmenso estupor.
Y que es sin dudas en gran parte de toda la Tierra entera en similar actitud en
éstos ostentosos y altaneros aspirantes a derechos vitalicios, y ésta que
expongo es otra en el tiempo corroborada ya cierto. No se ha cumplido el año,
pero solo le faltan unos días y por lo que es visto ya lo visto éstos también para
el caso son válidos para como otra más a contar y de la que al respecto en
adelante les daré cuentas. Es en mi buen afán de ayuda a los demás, al prójimo,
en lo que puedo y cuando puedo, y en ésta que expongo, fue a dos apartados
distintos en mi escenario particular en la localidad donde vivo que es Cáceres
Capital, solicité un local público para dar en distintas fechas unas actuaciones
de artistas para éste fin solidario antes descrito, primero al gobierno
regional de la Diputación y por consecuencias de las mismas que eran varias este
también después y para el mismo proyecto, al municipal u Ayuntamiento, que
ambos y por razones de peso tuvo que ser en los dos distintos y que en el
imperativo legal lo cedieron con las clausulas impuestas y aceptadas por mi
parte, me los concedieron e incluso yo muy agradecido al gobierno de esta
instancia en la Diputación aportando un pequeño porcentaje de cartelería
publicitaria del mismo. De este proyecto y al no crearse al parecer en algunos las
expectativas que se esperaban en gran parte del conjunto en los implicados a
los que se les avía invitado a participar en la realización y consecución del
mismo, tan solo se dio el primero que no funcionó ni en lo mínimo, en
consecuencia y por los excesos de algunos de los requisitos que se
suplementaron con posterioridad para el recinto municipal, y ya con los
primeros indicios de éste el primero y negativo sería muy difícil a cumplir los
imperativos legales para el mismo. Yo como responsable del proyecto y
percibiendo las dudas en los “voluntarios” decidí suspender el mismo. Y a lo
que voy por como lo más cotidiano que conozco de lo público, pocas fechas
después, y en el intento de alguna otra manera de corresponder a los más
desfavorecidos, volví a solicitar audiencia legal de nuevo, y en la consonancia
que creí haber captado en éste dirigente volver a intentar sin comprometer a
voluntarios u participantes más que a éstos, y para solicitar alguna otra sala
en éstas dependencias públicas, y ésta hubiera sido para la realización de una
exposición benéfica con el donativo voluntario y sin ánimo de lucro, de éstas mis
actividades y de lo que conllevan en sí mi sensibilidad y actitud en las mismas,
y es ya como he referido antes al principio que sigo sin la respuesta de la
susodicha, en mí por supuesto, con la más normal a las esperadas como
resolución en éste, como en tantos despachos de lo público, que al no recibir
ni tan siquiera una contestación de atención “sigo sin saber” por mi parte
donde está originado el atasco, si en el despacho en la mesa de entrada
“secretaría”, u en el de al fondo “dirección”, u en ambos o de más secciones en
misma relación, conclusión, en mi sensibilidad lo asemejo incluso negativamente
por el evidente desinterés en las típicas prepotencias gubernamentales, al
pasaje de las Sagradas Escrituras en San Lucas. En los diez leprosos. Cp. 17 VS. 11 al 19. En el que nos dice: De
camino a Jerusalén, pasó por los confines entre Samaría y Galilea. Al entrar en
un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a
distancia y, levantando la voz, dijeron: ¡Jesús, Maestro, ten compasión de
nosotros! Al verlos, les dijo: Id y presentaos a los sacerdotes. Y sucedió que,
mientras iban, quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando
a Dios en alta voz, y, postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le
daba gracias, y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: ¿No
quedaron limpios los diez? Los otros nueve ¿Dónde están? ¿No ha habido quien
volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate y vete;
tu fe te ha salvado.
Y he dicho antes que negativamente, por a la
degeneración evocados en que la sociedad y mucho bastante más la pública en los
que recae como Él Mandato Divino que habrían de ser los “guías” del pueblo de
éstos nuestros días en la fe a Nuestro Señor Jesucristo, y por tanto en cuanto
que en éste pasaje descrito, uno solo al menos se dignó dar gloria y gracias al
Señor. Hoy al contrario degenerando en el menosprecio, todos se creen por
encima de todos, y por sí mismos, por lo
que les cuesta hasta en la imposibilidad de mirar hacia abajo, y donde están
los de las migajillas, es decir al otro territorio, que en sí comparten lo poco
con los perros de todo tipo de lo que se cae. Como dice éste otro pasaje y
donde también Jesús por la fe perdonó, San Mateo. Cp. 15 Vs. 21 al 28.
Julio Barriga Carrasco