¡En él segundo capítulo de la
Constitución Española de 1978, la mano del qué y sembró con mala intención la “cizaña
en el campo u insertó la palabra nacionalidades” en la Misma Unidad Nación en
quien Nuestra y uniendo dé Cada Cual Creyente a y él qué nos es la cosecha y él
fruto! en la inminente qué estamos deliberando u librando a desarrollar la propia
Liberación del Trigo en y por Cristo-Jesús Sembrado, y a la cizaña de
engavillarlas cuanto menos en Principios aun familiar en hacinarlas con su masa
e indistintamente física acumulada al sol qué no podréis evitar en tu misma y
propia sombra u y de variante nueva, o en formato a la inversa hoy de Nueva La Época
Digitalizados ya y en directo Incluso
¡En él segundo
capítulo de la Constitución Española de 1978, la mano del qué y sembró con mala
intención la “cizaña en el campo u insertó la palabra nacionalidades” en la
Misma Unidad Nación en quien Nuestra y uniendo dé Cada Cual Creyente a y él qué
nos es la cosecha y él fruto! en la inminente qué estamos deliberando u librando
a desarrollar la propia Liberación del Trigo en y por Cristo-Jesús Sembrado, y a
la cizaña de engavillarlas cuanto menos en Principios aun familiar en hacinarlas
con su masa e indistintamente física acumulada al sol qué no podréis evitar en tu
misma y propia sombra u y de variante nueva, o en formato a la inversa hoy de
Nueva La Época Digitalizados ya y en directo Incluso!_ Pues si el tal… y
qué sin dudas le costaría mirar hacia arriba y más bien siempre mirándose el
brillo de la punta de sus zapatos u y encorvado qué pudiera y también el serlo
dé su natural así venido y que en posterior por él peso y la gravedad qué ya trajera
familiar de su interior qué lo exteriorizó de este modo en que la discordia aflora
de la propia e invasora semilla esparcida qué nos ha desesperado y enervado a
los existenciales aunque y los pocos que trabajan segando la mies en qué de
nuevo nos hemos quejado al dueño de la mies y nos ha escuchado pacientemente
acorde a nuestras necesidades Reales y Verdaderas Presentes denostados dé Su Reino
u y Mundo dé Su Santidad u Divinidad dé Divina Providencia La qué en dicha
consonancia dé la susodicha y u acicate a la palabra nacionalidades, en qué yo
y sin dudas en discernimiento u exigencias al mensaje social comunista en populistas
del bipartidismo tóxico y no menos infectos toxicando con alevosía y
premeditación a rio revuelto y siempre impulsado por los mismos y quien ataca
insistente dependiente dé sus necesidades u concupiscentes y viciados dé su
propio sistematizado espiral u costumbres en manadas a la caza dé la pieza del
día a día necesaria para sobrevivir en las etapas qué y en éste caso en él qué
nos hacen mal gastar tan Apreciado Tiempo en Nosotros tratando de qué la
cosecha dé su fruto acorde y rentable por Tanto, y más o menos al trabajo empleado
en Respecto, al escándalo y otra vez y de nuevo los mismos tirando la piedra y
escondiendo la mano qué la lanzó cuanto y en tanto es que colateralmente y
también en damnificado del bipartidismo yo qué las denomino en no más qué dé la
susodicha y discrepante en la palabra introducida a discordia se refiere a las
demás Naciones y Existenciales Nuestras por él supuesto dé La Hispanidad en su
conjunto Existente u y Nuevo Mundo qué y nadie negará y aún el qué nos Es Él
Mismo y Creciendo dé Nuestros Propios Encuentros devenidos en Generación tras
Generación Junto a Nuestro Señor Dios y Padre Creador en qué y Nacimos y Venimos
a Éste Presencial e Indistintos y mismamente y ya en Mujer, o ya en Hombre Santamente
me Es qué Somos y Elegidos dé Su Divinidad u en Espíritu Santo Bautizados y en
Comunión de Su Mismo Matrimonio Espiritual a lo qué Físicamente dé Su Reino y
Nuestro Presentes en Él, con Él y Para Él a Su Gloria y La Nuestra e
Indistintamente Consciente a Su Agrado y Voluntad u Petición en sí Aludido y en
Percepción Presente dé entre los segadores y qué debiéramos el cumplir con su
Mandato y por Él Mismo Expuesto en manos a la obra Generacional incluso los obreros
dé él atardecer. Amén. San Mateo Cp. 13.
Vs. 24 al 30. Y Cp. 20. Vs. 1 al 16.
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