¡¡HAZTE SOCIO DE CONCIENCIA ESPAÑOLA!!

Hazte socio de Conciencia Española y tendrás nuestra camiseta y nuestra gorra. Ponte en contacto con nosotros en concienciaespanola@hotmail.com



martes

Respuesta Discernida al Respecto: 8 – M. Día de la mujer trabajadora 2020


Respuesta Discernida al Respecto:

8 – M. Día de la mujer trabajadora 2020: Un año más, en Cristo, y mí discernimiento Concienciado más en Él Alma que me acoge, y así el qué en Sí, Es él Ser Un Espíritu Santo y parte en Su Reino como un Hijo en Redención-Santidad, por el Señor que me la concede, o lo que Es lo Mismo, Es qué lo Percibo Aludido a Su Mensaje, y el que, en Jesús-Cristo, Dios, y Padre Nuestro, lo Es en Sí y También Espiritual y físicamente en haciendo Su voluntad, no la mía, tanto en cuanto por lo que en Sí, y en Conciencia Aludido por Tanto, Percibo Vivir ya de Su Eternidad, y así, él qué es más bien, y mejor definición, qué la muerte Es en Los Santos, solo del cuerpo, y qué al morir su espíritu animado e inconsciente, y así siempre lo muerto en todo lo vivo sin Él Espíritu Santo, el quien qué sin su ánimo u “espíritu de vida inconsciente” abandona al Espíritu Santo u, al cargado con la Misión Interior, y él Mensaje en lo Secreto, u en lo Invisible del Padre, y por Tanto así, de en lo que nos deja éste en, y con sus hechos de Vida, y, la qué sé acoge con agrado en Conciencia, o no, si se es pasivo, pero primordial, como lo más natural, al Agrado del Señor, y en lo posible, Es en su familiar descendencia suya, u así prójimo Mismamente y más cercano de en su escenario Vida Suya, u tiempo y así inmersos de una Misión concretada del mismo y consumado éste, y para qué en Su Continuidad lo Sea fructificando a mejor.

   Y en Sí aún, y con respecto, a éste día de la mujer trabajadora, y en contra respuesta a publicaciones de los medios de comunicación etc., en sí afines de feministas, y el conglomerado qué éstas conllevan integrados también por su cuenta en el interés público, en parte aunque mezclados pero claramente contrapuestos en choques, y rifirrafes consecuentes siempre, y como así les son denominadas hoy al, sexo femenino, y que no pocas veces son, cómo en éstos debates social y políticamente trenzados en propuestos para peor, degenerando a los Principios, y los Valores Reconstituidos así, en una Democracia Voluntaria y Libremente Monárquica, y como también a entre comentarios y muy diversos al respecto de la cierta preocupación mismamente, y es la alusión que me implica en defensa de La Dignidad, en la mujer honesta y sensata qué a como sociedad, u pueblo en sí percibo, se requiere sana y decentemente a como Tal, en el qué de la mujer, de mi experiencia, y también a como hombre en Sí humanado que me percibo, y en respecto de la misma, y a como pareja en que circunstancialmente me encuentro unido por él Amor, y en Cristo, aunque lo es indistintamente de lo que se anhela y no siempre, por esta diversidad es, el que nos sea fácil encontrar, u incluso muy difícil, en éste escenario que nos andan premeditadamente preparando en los diversos influjos, en cuanto de lo que más se busca cotidianamente en nuestra Vida a como necesario y con más ahínco, y menos aún en mi percepción, el encontrarlo en lo efímero y con prisas, así sí sana, u amorosamente.

   Y es el qué como él culmen que fuera, y según éstas creen, razonar, pero también creo, el que no lo es en ellas más, y ni tampoco menos, sí individual, personal e igualmente lo es en Testimoniándole Santamente en Cristo, u así de Vida Eterna, aunque lo es en una parte y degradada con la generalización más aún, qué se diversifica todo para la busca en rio revuelto de algo que no pueden encontrar fácilmente, y así, el que es no quedando nada de merecer, firme u sólido de mantener, “gloriosos, ni para pasar lista”, y según éstas, cuantas y pocas son, por cuanto, en lo que exigen u reivindican, en sí juntas y revueltas del desorden propio, en diversas maneras, qué junto al hombre de idéntica casualidad suman sus intenciones unidos del mismo mal, y aunque como tales también todos somos hijos de Dios, lo somos, e individuo, u individua, aunque si lo es al no reconocer en sí inconscientes por el uso y dentro de lo sistematizado social y mercantilmente, por pillados, arrastrados, y así sintetizados de algún modo entre su gran mayoría y creciendo la deriva emprendida, a la nada, porque lo es sin discernir, su propia naturaleza por derecho de Divinidad y aún latente en el mundo y, que mundial u Católicamente es el comienzo del despertar, en él que depende, el qué se ha de definir indistinta y voluntariamente y en concreto, y la mujer, aún más por, la carencia existencial de gran parte de las mismas en la, Única Reina y referente, Reina de todas las Reinas, María Santísima Virgen y Madre de Nuestro Señor Jesucristo, en su labor santificadora y familiar para con todas, y todos, con el agrado Cristiano, por la degeneración evidente y existencial que no ocultan destacándose en éstas del feminismo creado y que lo implora alzando la voz, incluso increpando, y distorsionando a la Verdad, y aunque así, asumiendo quizás lo efímero en sí como el mensaje del mal, que es sumando adeptos, y aún a más ignominia definiéndose auto-referenciales, en confundir, la tal ideología de género, así mal llamada y erróneamente porque nada tiene que ver éste, ni con la Fe en Cristo-Jesús Resucitado para la Eternidad, incluso, ni en indistintas religiones, de tantas cuantas existen hoy desde cualquiera de éstas Iglesias con su propia diversidad, y que aun así Suman más de Su Amor y Paz del Único Dios, sino que lo es asidos a un cordel, de ciegos y sordos espirituales, que se dejan arrastrar por los que lo han premeditado de su mal, y qué como lo fue también ya mucho antes, es el propio choque del mal, contra la dignidad de la persona humana, y más, en él frágil y humilde, que por su bondad, natural accede sin más, es la increpada natural acosada y, en definitiva, martirizada en el choque del pulso incitado hasta el extremo, e indistinta y manipuladamente por una de las partes, así por inocencia mismamente, en la otra, u en extremadas ambas por consiguiente del mismo pecado, con respecto a la mujer, Eva, y al hombre Adán, qué como la víctima propiciada, en sí, se es a auto-reconsiderar, tras el trágico desenlace en su segundo hijo, y el qué en La Misericordia Es Acogido a Su Regeneración Espiritual por Tanto, en La Conciencia Personal y Propia como el mayor en edad, así el Padre de todos los hombres, y mujeres, y Mismamente en Santo Espíritu de Dios y Señor Nuestro Salvador ya en Jesucristo, en generación, tras generación, desde el principio de los tiempos y, qué no es, otra cosa por Tanto, qué en Cristo, que Es él Perdón Nuestro, en Su Resurrección, y el Evangelio asumido en Divinidad de algún modo y así, Percibo él que Vivo el Misterio en sí Aludido, por así decir, a cada momento de Misericordia implícita en Él Espíritu Santo de Su Hijo Único, comprendiéndolo, y entendiendo del entonces en, Abel, con su Sangre que es la Vida Física, derramada en el suelo y clamando al Padre, ¡Abba! Y así, le Es de nuevo nacida en, Set, qué con Caín, y en Adán, Son los tres, La Unidad, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, en Él Padre Creador Nuestro Su Santo Espíritu, y desde entonces nos Es en Si de cada cual, en Propiciándonos Regenerándonos en él pecado propio, para qué no nos olvidemos del originario, a como ejemplo del Padre, y a seguir, así, en la intención acometida en, Abrahán, con Su Hijo Amado Isaac, y por Dios, Humanado, y ya nacido Santo de María, La Santa Virgen, Nuestra Madre, y Esposa de Dios Padre, y así También, del casado Es Nuestra Esposa, con su mujer ya unidos en él Matrimonio, con, y en Cristo, Espíritu Santo, en la que Es y me Complace en sí La Confianza de mí Fe en, Jesús-Cristo, Él Nuevo Adán, que se nos Da de nuevo, de junto Al Padre en Dádivas por Su Amor y de Reciprocidad, devenida Ésta por Tanto, en él Bautismo que nos lo recuerda, a como Testigos en Continuidad de la Resurrección, (Nueva Alianza en Eternidad) de, y con, Jesucristo, y Testamento Nuevo, qué en Su Eternidad Santamente Nosotros ya lo Testificamos Viviéndolo en él día, a día, Sus Hermanos e Hijos y También Nosotros, de Su Morada Santo Espíritu por cómo, Comunión de Los Santos, y de donde mí Sensibilidad me Alude, en Cristo, Santiago el Mayor, y San Pablo. Un Alma, aunque También, La diversificada y distribuida proporcionalmente en Mérito Fraterno para La Eternidad en Hermandad, por lo qué Es la que hoy en sí e indistinta, igual y mismamente en Santidad, y en ambos sexos ganándonosla Convertidos en Él, y esto ya lo es de plena Libertad, al elegir el Posicionamiento de Tu Corazón, voluntaria y libremente, porque es, La Expuesta y él entredicho aún, del mal contrarrestando con él que la apostata, incluso, a Su Mandato Divino, en no creer aún, en Su Paz, Patente Ya en él Mundo, y ni a Su Amor misericordioso, y por lo que es, qué sufrimos aún el rostro de la miseria también por la tibiez camuflada del maligno, él que parece, que sí, ¡pero que lo es fundado en él no! y lo Es así, pero desde el principio de la Vida del Hombre Hijo de Dios en Sí Humanado para qué en un encuentro en Definiéndonos de éste, Su Amor Verdadero y así Real, entremos en Su Reino, Su Familia, Su Pueblo Amado en, Jacob-David-Jesús-Cristo, por los Siglos, de los Siglos, sus descendientes, hijos, nietos, e hija, y puesto que la misma, y como mujer libre también y aún ya como antes Recaló en La Santa Virgen María, hoy es la disgregación social de Su Linaje, en total discrepancia, y división, a definir, y que apunta a otras maneras, porque, en parte de un porcentaje superior están ocultos en los latentes, Invisibles, u dormidos, espiritualmente aún, y en otra, muy contrarias y chocantes contra el agrado del Padre, y sin avanzar generativamente aún, digamos sí colegialmente por ejemplo lo exponemos, o sea, qué muy inadecuadamente, aunque todos somos los invitados al, Banquete Nupcial, a Su Encuentro Matrimonial, y Primero en Él, y con Él, indistintamente, de reconducción y Continuidad en disposición a encontrar la Dignidad Eterna Santamente, con respecto a la diferencia, tan mostrada a bombo y platillos de chirigotas, y en la similitud que se nos dice ya del, Génesis. Cp. 3. Vs. 12 al 19. Y Eclesiástico Cp. 36. Vs. 18 al 27. Y San Juan. Cp. 8. Vs. 10 y 11. Y Isaías. Cp. 1. Vs. 10, al 20. Porque Eva La Mujer, al Coger la manzana contaminada del inconsciente mal, el que se auto-designó, ya ella sola, en su voluntad cómplice del mal, y ya libres desde entonces consecuentemente, tal aún, y el que hoy en su impureza en parte considerable de entre las mismas como tales, lo son aún sin discernir, en apostando, y así apostatando contra la Fe de Cristo-Jesús, Él qué nos perdonó con su Muerte, y Dios, en Él Dadivas, nos Da Su Vida Eterna, o lo que en éstas, es lo mismo, desentendiéndose en sí mismamente ella, de los hechos desordenados al parecer concupiscentemente nos lo quedan claro por la evidencia, en dar un paso al vacío, a la nada, si en sí misma con ésta actitud no la concluye, a conscientemente en creyente y resolviendo en la propiedad del, Amor Al Dios Verdadero y Creador Nuestro, Jesús-Cristo en Sí Humanado de Su Paz y Misericordia con todos, incluso, para Él, y en Él, en los demás así, prójimos y primordial, en desprovistos, u desamparados, y ¡No a la inversa, como habitual y permanente hoy aún!

   Y en Sí aludido, Percibo, en Discernimiento del Mensage, más a la ayuda favorable, al desprotegido e inconsciente, y el destronarse de entre sí el irresoluto culpable, de las conjuras, y corrupción premeditada, de chantajes y extorsión, asesinatos y terrorismo, robo de lo ajeno u propiedad, y de la comunidad, maltratadores conyugales u de parejas, y así, a niños, u ancianos de cualquiera de las maneras, ya de eutanasias, u en abortos, y a tal, lo que no sea más en el cuidado, u la protección de Su Propia Vida en Él, Padre Universal, y en la Madre Tierra Nuestra y Vida Eterna Suya acogidos en Él, etc., junto con sus cómplices, éstas, u éstos, y sí con Su perdón, primer paso, de un caminar, y Solo en Él a Su Conversión, o no, porque Misma y Santamente Ésta lo es Eterna, en Cristo-Jesús, y Su Espíritu Santo, en Él Santo Espíritu de Dios Creador y Señor Nuestro de Todo lo Infinito, por Tanto, Su Primogenitura, y así en Sí, Aludido en Cristo, Tal, y en cada cual, a la existencia en Eternidad, él que lo Es y lo continuará Siendo en Él, y Primordial, según a Su Mandato y Preceptos Divino, los ya establecidos y conocidos en, y por Las Santas Escrituras, del Antiguo, y él Nuevo, También hoy en Sí, Según La Confianza en mí Fe en Cristo-Jesús Resucitado, Testamento, de él proceso existencial que en Sí me consta, y en él qué se ejerce Su Espíritu Santo Él, y Su Santo Espíritu Esparcido en Sus Hijos los Amados en Él Propio así, y es el qué la decantará indistintamente también en los hechos y en cada cual Su Conciencia y Juicio, en sí Personal, y Él así Mismo Espiritualmente, al despertar en Su Amor de Paz Verdadera, en Su Favor de él Mayor, o sea en él Padre siempre, y Justo por merecedor de Santidad, y Misericordioso en Su Sabiduría, con respecto al hijo, del tal que ha de ganársela por si, y en Él, y También así El designado Espiritualmente por Él, Eternamente Existencial y entre Nosotros Testificándolo por Delante, o lo que es lo mismo, un Padre en Él, y anciano Sabio Respetado y Amado de Todos, en quien apoyarse aún sosegados por Su permanencia, Aclamado y Alabado, y en sí La Iglesia Santa Católica, Visible en la Tierra. Y un Hijo Eterno Rey de Su Pueblo en Cristo-Jesús, así Operativo, Compasivo del débil y Resoluto u Sabiamente activo y Celoso Temeroso de Dios y Su Reino en Velando por Él Mismo, en Cuidándolo, por Tanto, sin rendijas de ningún tipo en  rasgos de cupos impuestos y sin el mérito a Su Administración, del tan aclamado por el contingente mundanal, y amotinado en lo efímero de la oscuridad del diabólico mal, qué al quedar éste siempre esclarecido, descubierto a la Luz del Sol con un Nuevo Día, y en Él Espíritu Santo, el mal se desvanece, y prosperando desaparece, que lo Es haciendo Solo así Su Voluntad, Ésta es mi Fe y de Conciencia, en Cristo-Jesús. Amén, Amén, Amén. Por los Siglos, de los Siglos, Amén.                                         

                                        Julio Barriga Carrasco.