La “muerte antepuesta con violencia y
ya Vencida” es la Evolución en qué Santamente Hoy Vivimos, u Mostramos
Testimoniándolo en Cristo-Jesús Recíproca y Mismamente Vivos de lo Espiritual
que nos Precede de Dios, Padre y Señor Nuestro. La “muerte antepuesta con violencia y
ya Vencida” es la Evolución en qué Santamente Hoy Vivimos, u Mostramos
Testimoniándolo en Cristo-Jesús Recíproca y Mismamente Vivos de lo Espiritual
que nos Precede de Dios, Padre y Señor Nuestro. Y de Su Eternidad edificando las
ruinas, y lo Nuevo que solo nos Nace Físicamente y También, aunque Redimidos de
Cristo-Jesús, del qué lo Heredamos en conocimiento temporal y Evolutivos siempre
en Su Propio momento según la Percepción de mis experiencias en Conciencia, Aludidos,
avanzamos restructurados solo con Su Encuentro, en sí Trinitarios, Física y Familiarmente
en Josefinos u Benjamines Trinitariamente, por Tanto, en advenimiento
constantes de Eternidad y ya Crezcamos para qué por Él, y Antes, o sea, en sí,
e Indistintamente, el que por sí Mismo, veas, u Percibas y así Creas en ti, al
Primero, al Único, muerto y Resucitado, por, y para, Nuestro Bien en Sus Hijos
Amados, al Camino Glorioso, de Nuestro caminar en Su Paz, Vida Nuestra con Su
Amor Verdadero y Resucitados en Él, para Dios Universal, Santo Espíritu de Todo
lo Divino e Infinito. Qué es La ¡Misericordia, Un Alma-Morada suya! en Su Único Hijo Amado Jesucristo, los
que en Conciencia y Reconocidos Venditos a Su Imagen y Semejanza de Su
Reciprocidad en Nosotros Hijos suyos Espiritualmente qué nos adherimos de por
Vida Hereditaria en Su Amor y Paz Verdadera de Eternidad, y La qué defendemos
hasta en dando Incluso, la vida efímera nuestra a Su Agrado, en Él, Generación,
tras Generación en lo Familiar Moradas, de Predeterminación Evolutiva, y así también,
en Edad, tras, Edad, en él prójimo Mismamente, de en la independencia Santamente
y así dándose en sí a la Unidad, Dios, Un Alma, por los Siglos, de los Siglos. Amén.
Por lo que, en La Tal Evolución, que es en
sí de Conciencia y sin dudas, de Santidad en Cristo-Jesús, no cabe la levadura
del fariseísmo, ya y entonces aniquilado por Jesucristo, por consiguiente, qué en
sí, y por Tanto, ni las ideologías contradictorias amparadas gubernamentalmente,
del ayer, y ni de hoy, con respecto a Su Santidad. Génesis. Cp. 11. Vs. 1 al 9. San Juan. Cp. 20. Vs. 29. Filipenses. Cp.
2 y 3. Apocalipsis. Cp. 22. Vs. 11 al 15. Libro Primero De Los Reyes. Cp. 3 Vs.
17 al 27.
En Conciencia, mi Percepción continua aún, en
quienes buscan la verdad de, y en, los mártires, con las víctimas en
definitiva, y tanto así, contra el terror instigador, y cómo también con quien
combate para subsanar la indignidad causada, en los abandonados u
incomprendidos de la propia “familia” en Santidad, y ya, sea en lo, particular,
próximas, u la globalmente, auspiciada por los proyectos diversos, y muy
distintos en las formas y maneras, que tantos, los sufrimos aún, y por el
consiguiente resultado todavía muy similar, del que me revelé y de entre los
que me encontré en su día a como desposeído del bien, por la envidia y la
inconsciencia social alentada en no menos, que en él libertinaje, que no, en la
libertad, que si poseemos legal y Constitucionalmente, y con las que aún y de
algún modo, entrechocamos Espiritualmente, y no es el mío Concienciado el
discrepante, os lo puedo asegurar, en templanza y acorde con éste, y qué
excepto mi Padre que siempre lo entendió, de alguna manera, y a tal, como también
con mi abuelo materno, aunque padre, no lo compartió del todo hasta el final de
sus últimos días de su vida, pero confió en sí mismo, y sí vio y hoyó por sus
propios ojos, y oídos, también, la realidad del declive social, y familiarmente,
desmoronada que se nos viene encima y desde los más próximos, e implicados quizás,
arrastrados misma e inconscientemente, en las costumbre sociales inyectadas por
vena, nariz, y estomacal, quiero pensar, por causa de las avaricias, e
indistintamente, nacientes de los nuevos gobiernos implantados por hombres en
éste, desmán del mundo, mundano, y que más, él qué lo es, en desgobierno
siempre y a su propio y natural interés del albedrío personal, haciéndolo por
sistema, y no por bondad, ni sensibilidad, con respecto del prójimo, sino más
bien en pretensiones dictatoriales en una gran y amplia mayoría formada entre
los rupturistas, separatistas, y terroristas si arrepentirse, de nada, aunque
sí, claramente por el imperativo Constitucional y a deliberar indistintamente en
el que ha de ser, la responsabilidad que
nos consta personalmente en cada cual, para en una clara posición en los principios
y valores, y no de tibiez, en la que se pueda permitir el manifiesto engaño, tan
conocido, del arraigo libre y natural en la cizañas, invasora, u impostoras de “locros
por su raíz”, y que con la forma u manera que a modo de entendimiento
colectivo, y Unidad Nacional, en la Fe por la que Mismamente se optó, en sufragio
electoral, y no se lo pierdan, a como dato, ya lo es dentro de una madurita, tirando,
a talludíta democracia, y qué nos dimos todos los españoles, pero que al
parecer, y también, por supuesto, conociendo en algo el paño con el que se
tejió, que lo fue con las, “lagunas, ya en premeditadas, trampas”, las expuestas
constitucionalmente y a ultranza, sin dudas, de entre los distintos, y
diversos, padres así llamados, o conocidos, de la Constitución, y que son,
parte de la culpa, por las que estamos, otra vez, y de nuevo, al borde del
naufragio democrático, y qué queramos o no reconocerlo, o no verlo, aún estamos
Vivos Física y Espiritualmente para debatirlo, y por la Ley, y La Justicia, el
no permitirlo, pero así y en sí, el qué como lo fue, que sea, y aún, el estar representados
por Nuestro Rey, que entonces en, D. Juan Carlos I, y ahora tras abdicar éste,
ya en, D. Felipe VI. Su Hijo, Cómo la Cabeza Visible de su Reino, y de su
Sociedad, el Pueblo Español, con Sus Raíces auténticas en Principios de la Vid,
Católica y lingüísticamente en Español, y que hoy somos rehenes en opinión de
muchos más, con sus cómplices, bastantes, en la gran mayoría, y de entre
indefensos, y desprotegidos, de los que se glorían y presumen hipócritamente siempre
de ayudar, y así, también en los comprados por consiguiente, y mismamente pagados
aún y sin libertad, incrédulos en sí, fariseísmo, comprados por el plato de
lentejas, ya de entre los hijos de Jacob, la parte correspondiente y proporcional,
de la pasividad e inconsciencia, a Saúl, por su primogenitura, la conjuntada y
en un solo parto, y Unidad, en la que se delimita, fehacientemente, los dos
antecesores, el nacimiento, de Ismael, y el de Isaac, respectivamente, y que
aun violentamente los Islamistas, rebeldes justifican, o pretende continuar
justificándose, junto con sus socios de un mismo símil, el de él interés
personal, con gobiernos, mazinger u Frankenstein, mecanos ideológicos del hoy,
y que a duras penas, con la violencia, les es tan solo con un mínimo y siempre,
en pequeños focos de agresividad, atentados, y altercados callejeros, amparándose
aunque democráticamente respaldados, por los más agradecidos, y los que
reparten las migajillas qué a todos según éstos les justifican, de los tales,
“talentos”, o sea, la levadura de los listos, u fariseísmo, que no,
inteligentes en absoluto aún, y sí él entramado, del que cada día en qué
Misericordiosamente en Divina Providencia nos pasa gloriosos, y sin su continua
adicción, dependientes dé, se les ve más claro y unidos entre los mismos en sus
“políticas” impuras, y qué la única oposición a como Tal, que existe digna de ello,
y para ello, contra ésta insensata barbarie qué nos acosa, y que nos duelen
tanto los callos, las Llagas de Cristo, a los creyentes en Jesús-Cristo, que
como ya antes digo, lo repito de nuevo, en el completo de las palabras, es un
cambio constitucional, y por consiguiente, de era, y nueva época, a golpes de
decretazos por golpistas premeditando, con alevosía, y que contra ésta, no
somos tantos, los que en la medida de nuestras propias y nobles circunstancias,
con alguna posibilidad levantamos la voz, en está Nuestra Santidad, u Sana
Voluntad, que al menos, es la defensa merecedora por la experiencia sufrida,
incluso en algunos, en las propias carne, y Espíritu, que lo Es damnificado, el
de las Victima, y así a ensalzarlas en su Dignidad y Justicia, con Cristo-Jesús,
que en mí Percibir, no está apartado, ni lo más mínimo, de D. Santiago Abascal,
D. Francisco José Alcaraz Martos, y D. José Ortega Lara etc. etc., como principales
y necesarios defensores en España, y para los Españoles, de buena voluntad, y que
no en venganza, sino en Justicia, que nos Es devenida interiormente en Divinidad
Santamente en defensa, de Su Paz y Amor Verdadero.
Y
clara y abiertamente, ya fuera de nuestras fronteras, en más de éste Nuestro
Sentir Católicamente y también en Europa, y de entre todo el Mundo Latino
Americano, también, en declarando y a viva voz, que yo si lo he escuchado, y
leído, cómo digna Sociedad a la Santidad,
o sea, en Creyente, y a cómo dignidad Social, y que aunque, como en cualquier
otro, y de algún modo, como humano, pecador, palpablemente, está su parte de posicionamiento,
por lo que también lo veo en sí, caminando entre, los arrepentidos tras él Señor, a, Dónal Trans,
el candidato aún sin despejarse las dudas, electorales, por sospechas de
sabotaje u corrupción en las mismas, por parte de la oposición, que se a auto
arrogado anticipadamente el triunfo, que todos anhelamos como él bien deseado, pero
solo al Verdadero, que ha de ser en su conclusión definitiva. Y éste, está, a la
espera, o deliberación, en los Tribunales, de los Estados Unidos de América,
Como la Nación Hermana, a la que todos Amamos, con Sus Derechos Propios y
Legítimos También ganados en su Justicia Mismamente, Divina, de los diversos
enfrentamientos inspirados por el desacuerdo e irremediable, por las distintas
realidades y puntos de vista constantes en la “convivencia social”, de entre sus
propios conciudadanos, pueblo, y la Unidad, en que de ésta, y cómo, Nuestra Propia
Levadura Católicamente, se enmarcó e inició La Expansión, Democrática en él
Mundo, por Tanto, a los que recurrir legítimamente, o no, según lo otros, en
éste caso concreto, y qué como que no hace ni falta denunciarlo, aun conociéndose
de entre los mismos de antemano, en el quien, que sí juegan con doble baraja, y
siempre camuflados, en camuflando, las jugadas, valga la redundancia, entre los
que apuestan con dinero propio, y pingües cantidades, que en éste triunfo
raquítico, como si de un barrido apabullador se tratara, lo celebran ya, y
exclamatoria u exaltadamente, en el ánimo, del detrimento, en el qué, lo sería,
en denostación de, no haber interpuesto los correspondientes recursos electorales
al respecto, y al menos, como lucha incansable de la batalla crucial y
necesaria a encarar en adelante, de Nuestros, Amigos y Hermanos Católicamente, y qué
nos es, en necesidad, de la Luz, y lo oscuro oculto, y ni otro, el litigio, qué
en Cristo-Jesús, Su Espíritu Santo nos Es en el devenir, sabiéndonos Hijos del
Reino de Dios en La Tierra, como del Cielo, e indistintamente, y en cada cual ya
de Su Santidad, o en contra, ateamente los apostas de, Él, a Discernir, u
deliberar, libres y voluntariamente, y en Tal, el que se ha de dar, dialéctica
y físicamente para el Posicionamiento de conclusión, exigibles y primordial en
la Verdad, que claramente se percibe, y me Alude, en la globalización, la ya
globalizante, y qué en Nosotros, Santamente Es y Se nos Asume Solo y Así
Concienciados en Su, Santidad-Universal-Divinidad-Eternidad.
Julio
Barriga Carrasco.
La Oración y qué en un Principio, la inicié, inspirada tal para en una canción,
y qué os la pongo y de nuevo También, en éste Propio escrito, para qué en la
razón, qué en aquel, u aquella, le vea la gratitud, y que en Tal nos la ofrece
Él Señor, También le pueda, aparte de la oración, qué También quedará Tal y
como ya la conocemos, a adaptarle, una música, acorde a Su Respeto, y Agrado
de, sus Preceptos, y Mandamientos, y en Conciencia Mismamente en la Confianza
de mi Fe,
Gracias Señor Jesucristo Hijo Único y
Querido Divino de Dios Padre Creador Divino
De todo lo Infinito en Su Santo
Espíritu, Gracias de Nuevo Señor por mostrarme
Al Padre Creador Nuestro, y mantener mi
Plena Libertad en Conciencia aún También
De éste Mismo Nuevo Momento, Postrado
Ante Ti desde mí Gran Amor, y La
Confianza en mí Fe que Tengo Para que me
instruyas a Tu Voluntad, En la Forma de
Tus Preceptos y de Tus Mandamientos,
Porque Solo Así Y en él Calor de tu Inmenso Amor Y Misericordia,
Pueda Cumplir La Misión de Tu Mandato,
que Es por Ti Dispuesto desde el Principio
De Los Tiempos, en Cada Una, y en Cada
Uno, Indistintamente de Tus Hijas, e Hijos, que como Tal
Quiero Voluntariamente y acepto yo La
Mía que por Tu Gracia Divina me Corresponda
Llevar a Cabo En Tu Divina y Santa
Gloria, Tal y como Era en él Principio lo Es ahora
y lo Será por Siempre, Gloria al Padre,
Gloria al Hijo, y Gloria al Espíritu Santo, como
Era en el Principio lo Es Ahora y lo Será
por Siempre y por los Siglos de los Siglos. Amén. ¡Que así sea! Amén.
Amén. Amén.
Julio
Barriga Carrasco.
Así Católicamente y con Éste Mismo
Espíritu nace, Él Credo Largo como es conocido en Nuestra comunidad, Cristiana,
Tal, como el Credo Católico, y él qué en Sí, y así en la confianza de mi Propia
Fe en Jesús-Cristo me Profesa en Su percepción que me Alude, percibo y Creo. Y
a diario lo medito en Discernimiento junto con Las Oraciones en Las que Creo y
Vivo.
Creo en un solo Dios padre todo Poderoso.
Creador del cielo y de la tierra, de
todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo
único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre, por
quien todo fue hecho; qué por nosotros,
los hombres, y por nuestra salvación
bajó del cielo, y por obra y gracia
del Espíritu Santo se encarnó de María,
la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en
tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre; y
de nuevo vendrá con gloria para juzgar
a vivos y muertos, y su reino no tendrá
fin. Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida, que procede del
Padre y del Hijo, que con él Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria, y
que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para
el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la
vida del mundo futuro. Amén.