Somos Su Espíritu Santo y él Sumario, de Nuestra Vida la que nos
Transciende, y con Él, Señor También, al Dios de La Vida Su Santo Espíritu de
Todo lo Infinito.
Somos Su
Espíritu Santo y él Sumario, de Nuestra Vida la que nos Transciende, y con Él,
Señor También, al Dios de La Vida Su Santo Espíritu de Todo lo Infinito. Al Ser
Él Único Hijo, y Dios en Él Cielo y La Tierra. Y aunque Adán, Nuestro Padre,
Pecó, al tomar la manzana del Litigio Eterno, en él Edén-Principios y Tierra
Nuestra, aunque Suya, por Tanto, y para qué con Nuestra expansión, y solo en Él,
Posible, cuidemos y protejamos, lo que ya conocemos, cómo, Su Viña, en Regenerando
de Su Amor, más Paz y Misericordia, que Se nos alcanzó, de Su mano, Vinculo y
Amistad, u Comunión y Bautismo, en Cristo-Jesús, o lo que Es Lo Mismo, por
medio de María La Virgen, Madre Nuestra, y Nueva Eva, porque mucho Perdonó
También y de algún modo, acepto la Conversión-Divinidad, que en ella, Nosotros Veneramos,
y en Su Hijo Jesús-Cristo, Resucitados Adoramos de Su Eternidad, Gloriosos, y
en Sí, lo Es Feliz, en Su Comprensión Concienciado de mis Propias
circunstancias y propósito, u intención, Misión, voluntaria y libremente
aceptada, como es, en Tantas, y Tantos Hermanos Santa y Católica, u Laicamente
También, Tal y no menos, y ni más, qué en un, Hermano, Religioso, u Religiosa
de Ésta Su Iglesia, cada cual en Su Orden, Profesiones ya establecidas a La
Unidad, Mismamente Acogedora en la que se ha de Conformar y Consolidar entre los
Hermanos Nuestros, y Prójimos También en Santidad qué Aman, Su Reino.
¡Atentos Incautos,
y tibios!, “aún dormidos”, las repúblicas y de los vivos, malvados y demoníacos,
ya las derrotó, Julio Cesar, por Tanto, víctima de éstos, y por lo que, en
Cristo-Jesús, También aquél, fue Santificado, en Vida presente de Jesús en la
Tierra, incluso arrestado y por éstos mismos, que no cesan aún, junto a Poncio
Pilatos, inane-irresoluto, y en Sí llamándose en su presencia Rey, porque, Él
ya se sabía Junto al Padre, Dios, Rey del Cielo, y así, por Tanto, de La Tierra
También, en Jesús-Cristo. Y qué ya Resucitado y Ascendido al Cielo Él, en
Cuerpo y Alma Es Eternidad-Santidad-Divinidad qué lo Es para Nosotros Santa y
Católicamente, en Cristo-Jesús.
No os preocupéis, ni tener miedos, no seáis
inconsistentes, y ni inconscientes, Hermanos y Amigos en Cristo, qué en el
Reino del Señor Dios y padre Nuestro, Cristo-Jesús, en Su obediencia y el orden
establecido desde el principio de los tiempos de la humanidad, Continuidad-Divinidad,
Nosotros También Hijos y Amigos Suyos, todos e indistintamente somos, Reinos-Moradas
en Él. O lo que es lo mismo, Él, Rey de Cielo y Tierra, por Tanto, en éste, Su
orden, católica y Santamente Concienciados en ello así y en Sí, en cada cual Su
Santidad. Y en Su Representación él Rey de España en Nuestra Tierra-Nación, D.
Felipe VI. Y con él, los demás españoles, ¡que no, el apostata que no quiere, y
aunque perdido, indistinta, libres y voluntariamente, hijos de la oscuridad en
él mal! ¿Y qué Justicia, tibios, e incrédulos, esperáis que no sea Justicia
Divina de Dios? “en lo posible, Desinfección”, La que nos mantiene Físicamente en
Su Eternidad y Santidad aun Creciendo de Su Paz Amor, Divinidad-Sensibilidad y
Verdad en Cristo-Jesús, Testimoniándole Eternos, Edad, Tras Edad, Generación,
Tras Generación, y en Sí, así de Cada Cual, Su Justa Santidad con los Hechos
que Sí qué Transcienden de Su Continuidad Eterna, en Él, y para Él, a Su Agrado.
Julio Barriga Carrasco.
La Oración y
qué en un Principio, la inicié, inspirada tal para en una canción, y qué os la
pongo y de nuevo También, en éste Propio escrito, para qué en la razón, qué en aquel,
u aquella, le vea la gratitud, y que en Tal nos la ofrece Él Señor, También le
pueda, aparte de la oración, qué También quedará Tal y como ya la conocemos, a adaptarle,
una música, acorde a Su Respeto, y Agrado de, sus Preceptos, y Mandamientos, y en
Conciencia Mismamente en la Confianza de mi Fe,
Gracias Señor
Jesucristo Hijo Único y Querido Divino de Dios Padre Creador Divino
De todo lo
Infinito en Su Santo Espíritu, Gracias de Nuevo Señor por mostrarme
Al Padre Creador Nuestro, y mantener mi Plena Libertad en Conciencia aún
También
De éste Mismo Nuevo Momento, Postrado Ante Ti desde mí Gran Amor, y La
Confianza en mí Fe que Tengo Para que me instruyas a Tu Voluntad, En la
Forma de
Tus Preceptos y de Tus Mandamientos, Porque Solo Así Y
en él Calor de tu Inmenso Amor Y Misericordia,
Pueda Cumplir La Misión de Tu Mandato, que Es por Ti Dispuesto desde el
Principio
De Los Tiempos, en Cada Una, y en Cada Uno, Indistintamente de Tus Hijas, e
Hijos, que como Tal
Quiero Voluntariamente y acepto yo La Mía que por Tu Gracia Divina me
Corresponda
Llevar a Cabo En Tu Divina y Santa Gloria, Tal y como Era en él Principio
lo Es ahora
y lo Será por Siempre, Gloria al Padre, Gloria al Hijo, y Gloria al
Espíritu Santo, como
Era en el Principio lo Es Ahora y lo Será
por Siempre y por los Siglos de los Siglos. Amén. ¡Que así sea! Amén.
Amén. Amén.
Julio Barriga Carrasco.
Así Católicamente y con Éste Mismo
Espíritu nace, Él Credo Largo como es conocido en Nuestra comunidad, Cristiana,
Tal, como el Credo Católico, y él qué en Sí, y así en la confianza de mi Propia
Fe en Jesús-Cristo me Profesa en Su percepción que me Alude, percibo y Creo. Y
a diario lo medito en Discernimiento junto con Las Oraciones en Las que Creo y
Vivo.
Creo en un solo Dios padre todo Poderoso.
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; qué por
nosotros,
los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra y gracia
del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y
subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para
juzgar
a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con él Padre y
el Hijo
recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.