Ésta, casi a poco de cumplir las tres décadas y en la similitud de aquellos años con los que en estos momento corren haciéndonos más mayores, pero a la vez con más vivencias en nosotros para examinar o analizar a si mismos, me aparecen algunos malos recuerdos por negativos venidos a colación de lo que quiero expresar en mi escrito de hoy que como es natural en mí, intento ser lo más expresivo y entendible posible y lo quiero hacer con anécdotas nada gratas para mí, de mis ilusiones de juventud, mis luchas en la modernidad de aquella época, de la libertad mal entendida, truncadas y abandonadas en definitiva al relentín sin prisas, digiriendo, a mi juicio, sin que haya mucha diferencia pasados los años de mi forma de ser, sí de actuar por lo natural, debido a las dentelladas de la vida en esta jungla de sociedad en la que aún seguimos inmersos hasta los tuétanos pero que aún hay muchas ciudadanas/os de bien incluso con actividades que quieren seguir ignorándolo, lo más probable por comodidad o inconscientemente quizás, así que maduro con hechos y mal entendido por parte de algunos en mi opinión, pero que no han contribuido sino a lo contrario, a convencerme que no es fácil ser entendido comprendido por los que tu sí, has entendido, respetado y en un momento dado incluso seguido como amigo afín, quedando en mi pendiente esa asignatura y la respuesta entendible que debiera ser, pero que no lo es aún en este mismo momento en curso, lo más seguro, que con las mismas tesituras que adoptó Santo Tomás, al querer ver primero las llagas de su maestro crucificado en la cruz y después resucitado. Lo explico, en Torreorgáz, mi pueblo de nacimiento como es natural y lo más normal, tienes los amigos de la infancia, los de juventud de donde vinieren, los de cuadrilla, los que van surgiendo etc., y los conocidos como paisanos, que los somos mutuamente, por lo que por circunstancias sólo con el ánimo de buscar nuevos aires, en este caso tan cerca que queda a tan sólo quince kilómetros de separación, es decir Cáceres Capital, monté un pequeño negocio de hostelería, concretamente un bar, como así quedaba recogido en el registro al darme de alta en el mismo, en el que a algunos clientes y vecinos también vas adoptando como amigos, y que por circunstancias y por el éxito adquirido quedo reflejado y conocido entre los cuatro primeros de la movida cacereña, cierto día, no de verano, recibo de mis amigos de cuadrilla de mi pueblo, una invitación para que asista a una fiesta que celebraban en las cercanías de la ermita de San Isidro y a orillas del Río Salor, respondiendo a la invitación, después del cierre, limpiezas y rellenado de las cámaras frigoríficas, y con la confianza a que los amigos de cuadrilla de mi pueblo, acogieran también a mi amigo por vecino y cliente que en esos momentos me acompañaba en mi bar mientras yo terminaba las ultimas tareas previas al cierre, invitándole a este a que me acompañara a la citada fiesta, nos dirigimos a la cita y a la que nos recibieron con algarada y “alegría ” pero a la que no me pude sumar a los pocos momentos después, por detestar que al parecer no les era de agrado el lenguaje y las formas de la entonces movida Cacereña de mi nuevo amigo, pero tan buena persona como lo pudiéramos ser cualquiera de los que en el total del grupo nos encontrábamos en citada fiesta nocturna y campestre, queriéndolo tirar a este al agua vestido, perdiéndole el respeto y a la vez a mi, por ser este invitado mío. Otra fue cuando en las fiestas de San Blas, también en mi pueblo de nacimiento, se me ocurrió al parecer por los hechos consumados la infortunada idea de llevar a actuar un pequeño grupo de rock con sonoro éxito por entonces en la movida Cacereña, que me unía y me sigue uniendo una gran amistad, y que por lo que puedo garantizar con las décadas
pasadas, en absoluto le hacia honor o juicio, el nombre que llevaban, ( LOS VALIUN 10 ) Excelentes personas tanto hoy, como lo eran antes, que pagaron como tantos, el coste de abrir camino inocentemente, incautamente con el atrevimiento de la juventud y encima no ponerse del lado fácil o de los que hoy día aún, se creen que tienen la patente de la modernidad o de cualquier creatividad haciéndose llamar progresistas, sino todo lo contrario intentar demostrar como aún se puede demostrar que son buenos músicos, aún que independientemente ya cada uno, de los que quedan como profesional lo ejercen. Perdonen el inciso. Pero que aún después, de concedido los permisos del Ayuntamiento por parte del señor alcalde, cuando llegó la tarde del montaje del escenario con la respectiva corriente eléctrica, la barra para las bebidas etc., en la plaza de la iglesia, el municipal estaba allí para que no conectásemos la corriente, a lo que un pariente de mi madre que trabajaba como electricista en una gran y conocida compañía eléctrica de alta tensión, estaba allí contemplando el desaguisado como tantos esperando ver que iba a ser aquello que tanto jaleo estaba levantando, y desoyendo el mandato del municipal, conectó por su cuenta y riesgo y tuvimos corriente, nadie intentó cortárnosla, pero si que me llamó a careo el señor alcalde, de nuevo con el municipal, para que me acercase a su casa que quería hablar conmigo, fui allí y en el pasillo o zaguán de su casa sentados en unas sillas de propio pasillo con el señor alcalde y dos o tres señores concejales me plantearon que desistiera de la idea de hacer el concierto en la plaza, con palabras textuales del señor alcalde de entonces, permítaseme que por tratarse de anécdotas a reflejar para mi reflexión, no de nombre alguno, Julio por favor, que es tu pueblo, piensa en lo que vas a hacer, mira la pinta que tienen esta gente, que no creo que sea cosa buena lo que vas a hacer etc.
¡ Quedándome yo como una piedra de frío ! sin poder creer lo que estaba viendo y oyendo de boca del alcalde, este continuó soltando asombros, tras asombros
¡ Ciertamente asustado ! Pero intentando asustarme a mi y convencerme con estos argumentos y algunos más similares, julio mira a ver, que hemos llamado a Cáceres por la pinta que tienen estos músicos y nos han dicho que con ellos vienen gentes parecidas o igual con drogas y borrachos de mal vivir, ten cuidado que vas a meter en tu pueblo. Los mire a todos y les tranquilicé diciéndole que estaban equivocados y que estos y todos los que conmigo habían venido y probablemente los que viniesen después también los serían, pero que yo iba a continuar con lo anunciado y lo establecido por consecuencia me plantaron a la pareja de la Guardia Civil dando vueltas en las cercanías, dejándose ver y controlando. Es aquí donde quiero resaltar la nota sorprendente, las tres noches anunciadas de concierto se dieron, ¡ pero para nosotros ! con amigos de Cáceres que colaboraron en la barra y algunos que se acercaron también de Cáceres seguidores del grupo y clientes míos del bar, pero los del pueblo se limitaban a asomarse por las esquinas vergonzosamente como si de apestados se tratase en las tres noches gratis que fueron, porque en la recaudación de la barra era donde esperaba obtener el beneficio de las tres sesiones anunciadas de las fiestas de San Blas, es decir las fiestas del pueblo tan famosa y también por los pueblos de los rededores, tan sólo puedo asegurar que en los tres días, más de 20
a 30 paisanos no se acercaron a tomar algo a la barra incluidos mis amigos de cuadrilla, que sí estuvieron, pero, porque no decirlo, ¡ mejor si se hubiesen abstenido !. Similitud que en tanto en cuanto una mercancía a lo poco, podemos juzgar con los hechos consumados.
Similitud a lo mucho, por los acontecimientos creados en el marco político Nacional y a los que hay que dar solución con decisiones Democráticas siempre, pero contundentes también, por parte de los ciudadanos de bien de España que en mi punto de vista deberían ser más activos, más participativos desde y con los medios al alcance de cada uno que a bien tenga como fiables o consolidado y dejar por el bien común de todos los que en si nos consideramos afines o de la misma opinión, de asomarse o asomarnos, nada más, ¿ El por qué ? ¡ Sopésenlo ustedes mismos la dirección a tomar !
Julio Barriga Carrasco
No hay comentarios:
Publicar un comentario