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lunes

Compromisos adustos y advenideros a adquirir para el bien social













Desde la fe de mi Espíritu en Jesucristo nuestro Señor hijo de Dios Él único todo poderoso en el Cielo, y aquí en la Tierra donde está para establecer a los hermanos en sociedad de salvación en su Reino que con Él Espíritu Santo que recibimos en el mismo bautizo llevado a cabo y en su día indistintamente de cada uno, pero en el que todos quedamos con el deber encomendados en la misión para Éste como cristianos creyentes a ser, sacerdote, profeta, y Rey.
   Dice el señor: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, si no, que escala por cualquier otro lado, éste es salteador y un ladrón corrupto. Pero el que si entra por la puerta es buen pastor de las ovejas. A éste le abre el portero, conoce a sus ovejas y las llama una por una y éstas, les siguen a Él porque conocen su voz, las cuida y no deja que ninguna se pierda, y si esto ocurre, la busca hasta encontrarla para no dejarla caer en las garras de lobos y buitres carroñeros. Porque tuve sed y me distes de beber, tuve hambre y me distes de comer, estuve desvestido, y me distes ropas, estuve enfermo y me visitasteis. ¡Quien cree en mí y, cumple mis preceptos vivirá eternamente!
    Esta es, palabra de Dios. Amen.


       Este escrito es de un hermano cristiano laico que ama a Jesucristo.

Compromisos adustos y advenideros a adquirir para el bien social.
Compromisos adustos y advenideros, a adquirir para el bien social, éstas, son razones esenciales de futuro en la creencia y fe de los cristianos creyentes practicantes laicos, ya sean éstos hermanos ciudadanos particulares de a pie, o públicos, igualmente son libremente adquiridos en conciencia al estar fuera de la disciplina clerical, que es un compromiso distinto con Él Reino de nuestro Señor, aun cuando es el mismo, y aconsejable como buen creyente, e incluso en él propósito a que todos estamos llamados mismamente desde nuestro bautizo, que como tal, es el que se espera de cuantos son creyentes y practicantes en ésta, por tanto el compromiso con lealtad e ilusión también sean exhortados con eficacias palpables y resaltadas con la misma claridad natural del mismo hecho y con evidencias a la vista de todos, también a la de los ajenos a ésta, con la normal, y natural alegría relevantes de pura cordialidad que dé físicamente en la sociedad la efectividad como no puede ser de otra manera, para quienes si son creyentes y están efectivamente orgullosos en el amor al prójimo de serlos, pero también convencidos espiritualmente además de serlos, de parecerlos, condición o conducta ésta, que ya agrada en el AT. , a Dios nuestro padre, siendo que este sentir olvidadizo de sus hijos es la corrección a que todos nos debemos para nuestros padres de sangre, por lo que cuanto más, ha de ser para Él Padre creador de todas las cosas, Él que tanta misericordia nos tiene dándonos tiempo, y más tiempo, para que entendamos el beneficio del amor mutuo en el bien para la sociedad que hoy podríamos, o debemos decir por ser nuestra época, como el “modus operandi”, que ya como tal ha de ser el patrón a seguir en el nuevo perfil de la nueva alianza que fue establecida pero no entendida ingenua e hipócritamente lo suficiente con nosotros sus hermanos, en Jesucristo nuestro Señor como nuestro salvador, y que en ésta, fuimos perdonados de los pecados de nuestra generaciones pasadas hasta entonces, teniendo en cuenta, que en éstas hubo pecados cometidos y no perdonados, siendo erradicadas en la historia bíblicamente descritas en varias ocasiones en la Santa Biblia casi la totalidad de las diversas generaciones por la controversia a los mandatos, o preceptos de Dios, que como duros de cerviz en su prepotencia y al no mantenerse en éstos, incluso pasaban o se heredaban éstos de padres, a hijos, de generación en generación. Conceptos, o controversia y discrepancias que se suceden constantemente en transcursos incluso de pocas décadas aún hoy día en nuestra generación social de la época presente, sin que en los recorridos 2013 años desde la nueva alianza sean ejemplarizadas las conductas de los creyentes convertidos en ésta, aunque si hay, un gran pueblo constituido seguidor y creyente capaz de atestiguar que Jesucristo es Él hijo de Dios, o lo que es lo mismo, la santísima trinidad, es decir Padre Hijo y Espíritu Santo, por tanto más dispuesto a escuchar y adorar a Dios como único que nos da la vida eterna, que si ya por la historia bíblica referida del principio de los tiempos son claras y evidentes, y como similares con hechos sumados en el mal, las que precedieron después, son todas por hechos no tan dispares de los que hoy se nos representan a diario, solo en la única diferencia de las circunstancias hoy más regeneradoras y avanzadas las condiciones de estas generaciones e informativamente también más rápidas en las diversas maneras incluso, de ver y de proceder en los comportamientos no tan distintos a la hora de actuar y de acometer un problema inmediato, o de futuro, pero que en definitiva, no quepa la menor duda que el que hace el mal por supuesto también hoy tramando contra el más débil y el más desprotegido por abandonado socialmente discriminado, en el tiempo que sin dudas transcurre y sin detenerse éste, siempre será de corto recorrido, y unos actúan por la fuerza destructora malvada y venida ésta, del mal natural auto degenerando, pero que solo entendiendo individualmente cada uno, o cada una, que con el poder del amor en el prójimo sin pedir los intereses a cambio por ejemplo, y también evidente que éste, es otro tu más, éste, ya en la posibilidad convertido, tiene la obligación para conseguir de regenerarse y sumarse a la unidad espiritual cristiana del Reino, con una actitud ya que es otra, ésta también ya pareja a la conducta en el respeto a Dios nuestro creador, por tal, Él padre todo poderoso en el Cielo y la Tierra. En el compromiso en general de cualquier empresa, proyecto, etc., cada uno indistintamente, tiene la libertad como también, el derecho y la obligación de encontrar y decidir con sus hechos, por tal su conducta, y sus responsabilidades con su compromiso leal a su conciencia en donde posicionarse, y a quien amar, y en quien confiarse, es decir, en quien pones tú, la confianza, y a quien se la retiras por traición por ejemplo, si por circunstancias que por razones ajenas a ti, ya no concuerdan con lo primeramente concertado o aceptado entre las partes antes unidas en un mismo proyecto social, político, o de vida en el amor matrimonial en la entrega de tu conciencia. Esto en la antigüedad de todos los tiempos, también lo hicieron con sus principios, y a su manera en las formas de proceder de cómo era cada uno personalmente en su falta de paciencia, o creencias de tantos y diversos dioses e ídolos existentes a los que adoraban entonces. Hoy nosotros podemos poner el plató, y la escena de visualización apoyados con la sabida y aproximada información que recibimos los que escuchamos y de alguna manera nos interesamos por el porqué de las cosas, por los diversos medios, y de lo estudiado unos, o leído otros, para que se pueda deducir de cada caso, en que nos sensibilicemos, o por lo contrario, que nos crispe, o desespere por atroz, o por acciones repugnantes, y como, y de en qué ideología, en qué asociación, o en qué partido político, o en que desprotección te encuentres, o que creencia religiosa respetas, o ignoras, etc., qué sistema político, o sistema económico se mantiene, o se acepte. Pero sea cual sea este parecer de cada uno, en ésta ideología política, o reivindicación de estas, u otros asuntos que socialmente nos implica, o de creencias en las diversas religiones, o de forma, o modelos de sistema social, Dios, en Jesucristo nuestro Señor con el Espíritu Santo está en todos, y cada uno de nosotros, y en cada decisión tomada por nosotros los pecadores, que dependiendo, serán para destruirlos, o para resaltarlos apoyándolos, y consagrarlos como suyos que son, y como suyos que somos todos, y todas las cosas habidas, y las que aún no conocemos, y es, quien tiene sin dudas, por lo que a mí respecta y lo digo en mí libertad, la última palabra, en cada sentencia, por lo que termino recordando lo bueno del significado del título de este escrito, que es, compromisos adustos y advenideros, a adquirir para el bien social.

                                                   Julio Barriga Carrasco.

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