¡Hablemos no tanto, ni de ciudadanos, u residentes, en las ciudades!

 

¡Hablemos no tanto, ni de ciudadanos, u residentes, en las ciudades!  

¡Hablemos no tanto, ni de ciudadanos, u residentes, en las ciudades colmadas y ya más de utilización dé, los mismos y, ni de tanto partidismo inane así, sin Fe, Eternidad en Cristo-Jesús, de sus marcas imperialistas política y mercantilmente inhumanas, sino, qué y más bien en adelante el que lo sea de personas humanas, La, y Humanidad, dé la cual fue saqueada, arrancada de su familia mismamente, para indistinta e imparcialmente de entre el pueblo y Santo, Católico y Romano en Cristo las poblaciones en parte no pequeña, y abandonadas, expoliadas a su detrimento y en el arrastre de las costumbres idealistas e industrializadas por los mismos traidores, qué y de nuevo alborotan, levantan la voz, e, incendian asociados a la mínima escusa con imposición de sus métodos del acallamiento, la expropiación, u desamortización del patrimonio propio del Reino y Su Iglesia Santa, con sus infundados miedos, y al propósito, en que increpan dictatorialmente con su poder respaldado siempre de la violencia ejercida en los mismos por su propio pánico, al que no dominan de ningún modo, en y siéndolos incrédulos, ateos y hostiles incluso, reincidentes generación, tras generación en reencuentros indistintamente, ya voluntaria y libremente de propio símil!. Amén.

                                                                    Julio Barriga Carrasco.