¡Mi Conciencia en Cristo-Jesús no Es,
la tuya sin, Ésta y Santamente en Él Mismo!
¡Mi Conciencia en
Cristo-Jesús no Es, la tuya sin, Ésta y Santamente en Él Mismo! El eje
orbital de la política se ha auto-desplazado, escorado, y propiamente dé entre
la misma en él mal por consiguiente erróneamente sin Fe en Nuestro Creador, e
incluso en su contra, inicuos efímeros._ Pues a servir venimos a Su Mundo-Divinidad en
Su Todo Infinito Divino, e indistintamente, todos, y cómo cada uno de Nosotros También
Hijos e Hijas Amados Suyos Conscientes haciendo Su Voluntad qué Es deber dé Su
Eternidad-Vida-Santidad Nuestra Voluntaria, Libres y Recíprocamente en Él Mismo, e Imperativo cómo
Tales Santamente para con Él, y para Él, por y Él qué tan solo en Su Cometido y
para Él También en los “mismos inconscientes” aunque lo sea, incluso dé jueces,
y políticos, con sus propios ayudantes u y subalternos e indistintamente en no
más que a su orden y ya de lo establecido en Él Resucitado, por ende, e
indistintamente en el ser Juez y, u Administrador, dé lo
Suyo-Vida-Santidad-Eternidad-Conciencia-Pueblo-Reino, Espíritu Santo. San Juan. Cp. 16. Vs. 23 al 28. Amén.
Amén. Amén.
Julio Barriga Carrasco.
Esta Oración, es la Primera que y todas las noches al
acostarme y tras relajar la propia tensión del cada día, qué y
algunos días, es en más, y otros también más livianos. Y que comienza así.
Por él Amor, la Paz y la
Fidelidad, la Lealtad, con Ilusión, y Bondad dé Misericordia en Caridad
Espiritual, Divina Providencia, en Constancia, e Insistencia, Persistencia, y
Perseverancia al Encuentro, Respecto, a Todo lo Debido a Tu Reino, Señor Dios y
Padre Nuestro, Padre mío qué estás en Él Cielo Junto al Padre Creador de Todo y
lo Infinito Divino con Tigo. Mi Dios. Amén. Amén. Amén.
Y ésta, la ya conocida, Tal.
La Oración y qué en un Principio, la inicié, inspirada
tal para en una canción, y qué os la pongo y de nuevo También, en éste Propio
escrito, para qué en la razón, qué en aquel, u aquella, le vea la gratitud, y
que en Tal nos la ofrece Él Señor, También le pueda, aparte de la oración, qué
También quedará Tal y como ya la conocemos, a adaptarle, una música, acorde a
Su Respeto, y Agrado de, sus Preceptos, y Mandamientos, y en Conciencia
Mismamente en la Confianza de mi Fe, “Tercer Coro”.
Gracias Señor Jesucristo Hijo Único y
Querido Divino de Dios Padre Creador Divino
De todo lo Infinito en Su Santo
Espíritu, Gracias de Nuevo Señor por mostrarme
Al Padre Creador Nuestro, y
mantener mi Plena Libertad en Conciencia aún También
De éste Mismo Nuevo Momento,
Postrado Ante Ti desde mí Gran Amor, y La
Confianza en mí Fe que Tengo Para
que me instruyas a Tu Voluntad, En la Forma de
Tus Preceptos y de Tus Mandamientos,
Porque Solo Así Y en él Calor de tu Inmenso Amor Y Misericordia,
Pueda Cumplir La Misión de Tu
Mandato, que Es por Ti Dispuesto desde el Principio
De Los Tiempos, en Cada Una, y en
Cada Uno, Indistintamente de Tus Hijas, e Hijos, que como Tal
Quiero Voluntariamente y acepto yo
La Mía que por Tu Gracia Divina me Corresponda
Llevar a Cabo En Tu Divina y Santa
Gloria, Tal y como Era en él Principio lo Es ahora y lo Será por Siempre,
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, y Gloria al Espíritu Santo, como
Era en el Principio lo Es Ahora y lo Será
por Siempre y por los Siglos de los Siglos. Amén. ¡Que así sea! Amén.
Amén. Amén.
Julio
Barriga Carrasco.
Así Católicamente y con Éste Mismo
Espíritu nace, Él Credo Largo como es conocido en Nuestra comunidad, Cristiana,
Tal, como el Credo Católico, y él qué en Sí, y así en la confianza de mi Propia
Fe en Jesús-Cristo me Profesa en Su percepción que me Alude, percibo y
Creo-Eternidad. Y a diario lo medito en Discernimiento junto con Las Oraciones
en Las que Creo y Vivo Aludido.
Creo en un solo Dios padre todo Poderoso.
Creador del cielo y de la tierra, de
todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo
único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre, por
quien todo fue hecho; qué por nosotros,
los hombres, y por nuestra salvación
bajó del cielo, y por obra y gracia
del Espíritu Santo se encarnó de María,
la Virgen, y se hizo hombre
y por nuestra causa fue crucificado en
tiempos de Poncio Pilato,
padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre; y
de nuevo vendrá con gloria para juzgar
a vivos y muertos, y su reino no tendrá
fin. Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida, que procede del
Padre y del Hijo, que con él Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria, y
que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para
el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro. Amén.
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