(UNA BUENA SEMILLA, NECESITA UNA BUENA TIERRA, ¡PREPARÉMOSLA!)

Una buena semilla, necesita una buena tierra, ¡Preparémosla! Pero aún, a pesar de los que no quieren oír, y  tampoco ver, este sigue siendo mi mensaje. La experiencia me dice que cuando algo se acaba, o se quiebra, en el entendimiento del ser humano en cualquier tema de nuestra sociedad en general, poco, o nada, se puede hacer, pero en este caso concreto, lo dirijo al apoyo total o no, al Partido Popular, y a su candidato el Sr. Mariano Rajoy, que cuando una de dos partes, no quiere ser una solamente de nuevo, todo esto desde mi punto de vista, hay que tener en cuenta a las dos partes, puesto que unos estarán a favor de la parte que queda en mayor volumen favorecida por la furia de la corriente desbordante empujada de forma natural por las masas, envueltas en sus dudas: pasividad, engaños, timidez, ignorancias, comodidad, conformidad, miedos, incluso, convencidos y atendidos de cualquier gremio, que llevarán al Sr. Rajoy a la Moncloa, aún sin convencer, ¡Pero rindiéndose incluso los medios de comunicación por su actitud pos vacacional!, que hasta hace pocos meses no le daban, “prácticamente ni agua”, ahora dejándolo pasar, temiendo quizás lo peor si no consigue este la mayoría absoluta, cosa que yo personalmente no comparto, por el sentido de que están apoltronados, pero si respeto. La parte que queda microscópicamente menor, como siempre y por lógica, estaremos, digo, porque yo me incluyo entre estos, preparados a la respuesta de los que estén dentro de la fiesta de terminación de la cosecha, sobre todo en los días sucesivos, nos tendremos que seguir asistiendo libremente como de costumbre, con la lucha sin descanso, aún que sea, ¡Que más da, es lo mismo!, tengo la seguridad, que se está mejor solo, que en mala compañía, aún sabiendo que las hay peores, en definitiva y en mi opinión, todas malas, cierto es que unas más que otras, recogeremos las plantas que quedan aplastadas, en las maniobras normales de las maquinarias en la ya calculada recogida de la cosecha, a las que el dueño del cortijo ha dado órdenes a sus braceros de no recoger, y dejarlas en el campo abandonadas por no compensarles los gastos de esta recogida mísera, a merced de los animales del campo, las inclemencias del tiempo, de alguien que pase las vea y las recoja para echársela a sus animales hambrientos al no tener éstos, este manjar de sobra todos los días, o bien, pase una persona, con visión de futuro, recoja las buenas espigas, y aún, con sus pocas posibilidades y escaso terreno, sí, mucha ilusión, empeño y dedicación la necesaria al preparar bien la tierra para que las semillas arraiguen fuertes y robustas, para que comiencen a dar y multiplicar sus frutos. Espero que al menos nos respeten nuestro derecho de decidir libremente nuestra opinión, y decisión, ya que defenderlo, visto lo visto, claramente lo dudo. Y en cuatro años si Dios quiere, nos miraremos detenidamente los resultados, las actitudes y la paz que disfrutamos, cada unos de los ciudadanos de toda España.

                                                   Julio Barriga Carrasco